domingo, 30 de octubre de 2011

Tardes.



Estanque donde se sumerge mi inspiración.
Tardes tranquilas de mi tierra.
Tardes de letargo, de versos inconclusos.
Tardes tranquilas de otoño.
Tardes de horizontes dorados entre colinas calvas;
de horizontes marinos,
de brisas salinas,
de verdes prados.
Tardes de paseo, de amor, de luz.
Tardes de recuerdos.
Tardes...

domingo, 23 de octubre de 2011

Perdimos...

Perdimos.
Jugamos limpio y perdimos...
Y en verdad ganamos.
Ganamos, día a día, el cielo
con nuestros actos.
La Tierra ganamos,
el paraíso terrenal,
virgen e intacto,
por eso aunque perdimos,
salimos ganando.

Perdimos y morimos,
como también murieron
los que nos perdieron,
los que sucio jugaron,
los que dejarnos sin nada intentaron.
Esos perdieron, aunque ganaron.

Perdimos...
Pero ganamos,
perdiendo y no ganando,
ganando y no ganando,
siempre limpio jugando.

domingo, 16 de octubre de 2011

Noche de flamenco.



Como el canto de los lobos
en una noche estrellada,
cantando a la luna llena
en las sierras plateadas
de mi añorada tierra.
Al quejido acompaña
las acompasadas voces
de una vieja guitarra.
Primavera, verano ya,
luna de noche cerrada,
las tapias blancas, saltando,
va la voz de la guitarra.
¡Silencio!
Levantándose, va y anda,
una voz grave, aguda,
que a la par de la guitarra
alza su canto al cielo
de una noche estrellada.
Palmadas se han levantado,
y con voz y con guitarra,
en la quietud de la noche,
luna de noche cerrada,
cantan a la vida y al cielo,
cantan al cielo y a la nada.
¡Silencio!
La voz, despacio, se apaga.
¡Silencio!
Lo acompaña la guitarra.
Primavera, verano ya;
luna de noche cerrada.

lunes, 10 de octubre de 2011

Mujer de luto.




Mujer vestida de luto,
perpetuo, como la nieve,
que corona tu cabeza,
tu mirar tierno y decente.

Mujer vestida de luto,
perpetuo como la suerte,
mala, que te encontraste,
tristemente indeleble.

Mujer vestida de luto,
perpetuo, como el celeste
cielo que cubre tu tierra
en la primavera verde.

Mujer vestida de luto,
perpetuo, como tus fuentes,
los ojos que ayer vertieron
tantas lágrimas inertes.

Mujer vestida de luto,
tu recuerdo está perenne,
como tu pelo tan blanco,
tan blanco como la nieve.



(A una mujer de luto que me regalo todo su cariño y toda su protección cuando más lo necesité. Allá donde estés, te quiero, abuela)

sábado, 8 de octubre de 2011

Amanece...

Amanece.
Un día nuevo nace.
El sol,
poco a poco,
pugna por levantarse.
Rompe aguas el cielo.

Un día claro, azul, maravilloso,
se impone.
Las aves lo saludan con sus danzas.

Amanece.
La tregua de la noche,
se rompe.
Todo sale a la luz.

Amanece.
Alguien mira hacia arriba,
y comprueba, una vez más,
como nace un nuevo día.
Alguien mira hacia arriba,
y observa, una vez más,
la belleza del nacimiento
de un nuevo día.

Amanece;
una vez más.

lunes, 3 de octubre de 2011

Y dejé atrás...

Y dejé atrás
una vida sencilla,
de calor;
una vida sencilla de centeno
y de agua que corretea por las acequias
de mi vega.

Dejé atrás,
la simpleza de mi pueblo,
el olor generoso de mi campo,
en el atardecer luminoso de la primavera.

Deje atrás,
una pléyade de almas
que se fueron;
que se quedaron
en el aire, en la mente,
en el recuerdo, en la sombra.

Dejé atrás mis recuerdos,
enredados entre las ramas
de los chopos que se asoman
al Guadiana.

¡No dejaré, nunca, nada más atrás!,
me he prometido a mi mismo.

¿Volveré algún día
a por lo que dejé atrás?,
me he preguntado.