Respira la vega.

Respira la vega,
respira,
el aire puro de la primavera.
Respira la vega,
ruidosa,
corre el agua por las acequias,
para que florezcan
los vástagos de las huertas,
y el sol alumbre
las planas tierras,
y los viejos chopos
rían ruidosos en la ribera,
y en la tarde azul,
trasquila y serena,
la vida regale
paz y belleza.
Respira la vega,
y el campo huele a campo,
y la vega a vega,
y mi pueblo a pueblo,
de siembra a siega,
y en la tarde azul,
respira la vega.

Primavera de cambios.

Llega la primavera
y el sol comienza a rebelarse,
y las blancas nubes,
amenazan con descargarse
en las viejas plazas
de las antiguas ciudades,
y las hojas secas que dejó el invierno
volarán al son de la brisa suave,
y la gente sencillas,
que sufre en silencio los males,
saludará al nuevo tiempo,
habitará en las calles,
derribará las torres,
despejará los valles,
caminaran erguidos,
cimentando los pilares
de esta nueva primavera,
que con renovados aires,
viene a limpiarlo todo,
de excrecencias invernales.

¡Oh, primavera verde!
Tanto te añorábamos.
Ya estás aquí en nuestra ayuda
a romper los candados,
qué el cruel invierno nos puso,
cuando selló nuestras manos.
Ya estás aquí, primavera,
en falta te estábamos echando.
Abrid de par en par vuestras puertas,
qué entre aire renovado,
en las calles, en las plazas
bajo todos los tejados.
¡Qué triunfe la primavera!,
qué triunfe y que veamos
la libertad hecha flor
bajo todos los tejados.