Viene la noche. Mi pueblo
la saluda con la luz de
sus farolas. El ambiente
huele a hogar.
El cielo se torna rojo,
y despide al sol, que va
hacia el mar azul, a alumbrar
a otras gentes.
Los hombres charlan, en corros,
sobre la vida, la lucha,
el pan. esperando la batalla,
esperanzados.
Suena un esquilón, que desde
la vieja iglesia, llama
a los fieles a la oración,
todos los tardes.
Acaba de caer la noche
sobre las blancas fachadas
de este pueblo tranquilo.
Hasta mañana.
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