sábado, 24 de septiembre de 2011

La casa de mi infancia.



La casa de mi infancia
está hecha de piedra,
de cal, de madera.
En ella están guardados mis recuerdos,
de piedra, de cal, de madera.

La casa de mi infancia es vieja.

Fresca en los tórridos veranos
de mi tierra.
Caliente en los fríos inviernos.
Acogedora, para acoger mis recuerdos.

Allí estaban mi limonero,
mi pozo blanco,
mi alcoba, donde soñaba
cuando era pequeño.

La casa de mi infancia,
ya no existe.
Se la llevó por delante el tiempo.
Ahora, guardará otros sueños, otros recuerdos,
quizá.

Cuando muera, puede ser que vuelva a ella.
Quizá mi espíritu vagará por su patio encalado,
cerca de mi pozo blanco, y volveré a soñar,
entre sus piedras, su cal, su madera...

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Vivir o morir.

Se buscan voluntarios para vivir.
¿Quién quiere un poco de vida?
El cielo azul,
las aguas de un río,
el sonido de los arboles mecidos
por el viento en una tarde de primavera.
Aquí se regala vida.
No se vende.
No se compra.
No se cambia.

Muerte.
Dividendos.
Riqueza amasada, superflua, ficticia;
a la que la tumba espera con las puertas
de par en par, abiertas.
La muerte te aguarda,
mientras pierdes el tiempo,
amasando riquezas mortales.
Oro.
Plata.
Cobre.
Nafta.
Muerte...

Una vez vi un mercado
donde solamente cotizaba la vida,
el sol, la brisa suave del verano,
el alba, el ocaso, el mar.
La vida...