...como juegan los niños,
a héroes, a soldados,
a cobardes, a valientes.
Con espadas de palo,
intentan salvar al mundo
del dominio de los malos.
Intentan cortar cadenas,
saltar muros colmados
de húmeda piedra de siglos,
nunca por el tiempo horadados,
asentados sobre pilares,
antiguos, ciegos y amplios.
Con una espada de palo,
contra molinos ajenos,
que bajo el cielo azul y raso,
muelen la mies de la tierra,
muelen la paz y el grano.
Los queremos detener,
con una espada de palo.
Queremos saltar fronteras,
dar justicia, ser humanos,
perseguir a la injusticia,
a lomos de un corcel blanco,
empuñando en nuestra diestra,
una espada de palo.
Mostrando entradas con la etiqueta La tarde. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La tarde. Mostrar todas las entradas
viernes, 1 de abril de 2016
martes, 23 de febrero de 2016
Febrero, con sus contrastes...
...Febrero de tardes más largas.
En esas tardes de Febrero,
mi sentir, por el lienzo divaga.
Lienzo de rimas fáciles,
lienzo de rimas ásperas,
lienzo de letras simples,
que en febrero se me atascan,
esperando a la primavera,
esa que a la belleza ama,
esa que en la poesía se funde,
esa que el amor reclama,
que no es hija de Febrero,
ni de sus sierras nevadas,
ni de sus tardes crecientes,
ni de sus tardes más largas,
sino que a la primavera esperan,
mientras en Febrero descansa...
En esas tardes de Febrero,
mi sentir, por el lienzo divaga.
Lienzo de rimas fáciles,
lienzo de rimas ásperas,
lienzo de letras simples,
que en febrero se me atascan,
esperando a la primavera,
esa que a la belleza ama,
esa que en la poesía se funde,
esa que el amor reclama,
que no es hija de Febrero,
ni de sus sierras nevadas,
ni de sus tardes crecientes,
ni de sus tardes más largas,
sino que a la primavera esperan,
mientras en Febrero descansa...
lunes, 11 de enero de 2016
De Enero es el reino del frio...
...congelados salen mis versos,
blancos son, teñidos, los campos,
blancos, de nieve y de invierno.
La tarde, fría, solo hace,
aterida, medio trecho.
Es por eso que es tan corto,
el camino de la tarde de Enero,
Los viñedos, yacen muertos,
podados,
y los huertos,
callados,
duermen la paz del invierno,
que se desliza,
por los hielos de Enero.
Unas ramas,
unos leños,
chisporrotean,
dan calor a los cuerpos,
luchan contra el frío,
persistente y férreo.
La tarde gris,
quiere teñirse el cielo,
y, al fuego, sentada,
quiere cantar unos versos,
y quiere vivir,
a pesar del invierno...
blancos son, teñidos, los campos,
blancos, de nieve y de invierno.
La tarde, fría, solo hace,
aterida, medio trecho.
Es por eso que es tan corto,
el camino de la tarde de Enero,
Los viñedos, yacen muertos,
podados,
y los huertos,
callados,
duermen la paz del invierno,
que se desliza,
por los hielos de Enero.
Unas ramas,
unos leños,
chisporrotean,
dan calor a los cuerpos,
luchan contra el frío,
persistente y férreo.
La tarde gris,
quiere teñirse el cielo,
y, al fuego, sentada,
quiere cantar unos versos,
y quiere vivir,
a pesar del invierno...
martes, 8 de diciembre de 2015
Diciembre, con su niebla,...
...con su tela de araña,
que cubre mi valle,
cada mañana.
Diciembre es la luz,
que en la opacidad acampa,
es la tarde corta,
el frío húmedo del alba,
es la esperanza nacida
al calor de una cuadra.
Diciembre es el sol tibio,
que en el cielo se encuadra,
es el calor de la leña,
es el ardor de la helada,
es el fondo del otoño,
del invierno,
puerta de entrada.
Diciembre , con ser Diciembre,
es un halo de esperanza:
Marzo y la Primavera
esperan ya mi llamada.
que cubre mi valle,
cada mañana.
Diciembre es la luz,
que en la opacidad acampa,
es la tarde corta,
el frío húmedo del alba,
es la esperanza nacida
al calor de una cuadra.
Diciembre es el sol tibio,
que en el cielo se encuadra,
es el calor de la leña,
es el ardor de la helada,
es el fondo del otoño,
del invierno,
puerta de entrada.
Diciembre , con ser Diciembre,
es un halo de esperanza:
Marzo y la Primavera
esperan ya mi llamada.
jueves, 26 de noviembre de 2015
Por Noviembre se empieza a colar...
...el invierno.
Empieza a mirarnos, fijamente,
con ese halo grisáceo,
helado, duro, incólume,
con el que mira el invierno,
con el que solamente sabe mirar,
el crudo y frío invierno.
Y sin embargo, en mi tierra,
la dehesa guarda para Noviembre,
su mejor gala, verde y niebla.
Se engalana la dehesa para Noviembre,
cono si de una novia coqueta se tratara.
Los pueblos, blancos, si irán a dormir
bajo el embrujo de la niebla,
que hará de la noche una leyenda de misterio,
larga y sinuosa.
Los días serán de poda y leña,
de fuego, hogar y paciencia,
de viejas historias y noches heladas...
Empieza a mirarnos, fijamente,
con ese halo grisáceo,
helado, duro, incólume,
con el que mira el invierno,
con el que solamente sabe mirar,
el crudo y frío invierno.
Y sin embargo, en mi tierra,
la dehesa guarda para Noviembre,
su mejor gala, verde y niebla.
Se engalana la dehesa para Noviembre,
cono si de una novia coqueta se tratara.
Los pueblos, blancos, si irán a dormir
bajo el embrujo de la niebla,
que hará de la noche una leyenda de misterio,
larga y sinuosa.
Los días serán de poda y leña,
de fuego, hogar y paciencia,
de viejas historias y noches heladas...
viernes, 16 de octubre de 2015
Octubre.
Lloran los chopos,
lloran, vierten sus secas lágrimas,
y mecen sus brazos
al ritmo del viento.
Lloran la muerte del verano.
Ya está aquí Octubre,
lánguido y triste,
gris y tempestuoso.
Los chopos lloran,
y las ortensias,
y las rosas,
y las golondrinas,
que se fueron llorando...
lloran, vierten sus secas lágrimas,
y mecen sus brazos
al ritmo del viento.
Lloran la muerte del verano.
Ya está aquí Octubre,
lánguido y triste,
gris y tempestuoso.
Los chopos lloran,
y las ortensias,
y las rosas,
y las golondrinas,
que se fueron llorando...
viernes, 25 de septiembre de 2015
Es Septiembre la muerte dulce...
...del verano.
¡Quién tuviera una muerte así!
Me gusta pasear en sus tardes,
largas aún.
Me gusta su cielo enmarañado,
su templanza apacible.
Me gusta ver a Septiembre
guiar al verano hacia su sueño.
Sí, definitiva y decididamente
creo que me gusta Septiembre.
Creo que a Septiembre
le gusto yo, también.
Nací en él.
Soy de Septiembre,
templado, ¿apacible?...
Cómo me gustaría que el final de mi vida
fuera un septiembre, plácido y templado...
¡Quién tuviera una muerte así!
Me gusta pasear en sus tardes,
largas aún.
Me gusta su cielo enmarañado,
su templanza apacible.
Me gusta ver a Septiembre
guiar al verano hacia su sueño.
Sí, definitiva y decididamente
creo que me gusta Septiembre.
Creo que a Septiembre
le gusto yo, también.
Nací en él.
Soy de Septiembre,
templado, ¿apacible?...
Cómo me gustaría que el final de mi vida
fuera un septiembre, plácido y templado...
domingo, 30 de agosto de 2015
Agosto está terminando...
...se oye a los cuervos trinar.
¿Es el otoño cercano?
¿El calor? ¿El azul del mar?
¿Quién posible hace el prodigio
de los necios declamar,
prometiendo mil dádivas
a los que de par en par,
les abran sus corazones,
hacienda, familia y lar?
¿Cuándo se vio a un grajo
su graznido aderezar,
con lisonjas, con guirnaldas,
con telas de fino telar,
en busca de algo que tienes,
que tienes y les puedes dar?
El alago debilita.
El alagador no es de fiar.
Desconfía de un cuervo negro,
que trine en vez de graznar.
Los cuervos, trinar, no trinan,
ni las gaviotas del mar.
Los gorriones no graznan,
ni a los gatos he visto aullar.
Si ves esto, desconfía,
como cura en lupanar.
Si ves un cuervo que trine,
y ves a los peces volar,
tal prodigio no es prodigio,
es seda de otro telar.
El cuervo, tras engañarte,
volverá presto a volar,
entonando sus graznidos,
volando en pos de tu ajuar.
¿Es el otoño cercano?
¿El calor? ¿El azul del mar?
¿Quién posible hace el prodigio
de los necios declamar,
prometiendo mil dádivas
a los que de par en par,
les abran sus corazones,
hacienda, familia y lar?
¿Cuándo se vio a un grajo
su graznido aderezar,
con lisonjas, con guirnaldas,
con telas de fino telar,
en busca de algo que tienes,
que tienes y les puedes dar?
El alago debilita.
El alagador no es de fiar.
Desconfía de un cuervo negro,
que trine en vez de graznar.
Los cuervos, trinar, no trinan,
ni las gaviotas del mar.
Los gorriones no graznan,
ni a los gatos he visto aullar.
Si ves esto, desconfía,
como cura en lupanar.
Si ves un cuervo que trine,
y ves a los peces volar,
tal prodigio no es prodigio,
es seda de otro telar.
El cuervo, tras engañarte,
volverá presto a volar,
entonando sus graznidos,
volando en pos de tu ajuar.
miércoles, 5 de agosto de 2015
Cómo poder vivir...
...mirando al mar,
si es el mar quien ahoga y se lleva sus sueños,
es el mar el que pide sus huesos,
y su sangre,
y sus vidas.
¿O no es el mar?
¿O no es solamente el mar?
Cómo poder soñar,
sabiendo que hay niños,
que no han empezado a vivir,
cuando tienen que morirse,
axfixiados por la indiferencia,
la desvergüenza,
el desenfreno y la ignorancia,
de los que viven al otro lado de ese mar.
Cómo poder luchar.
Cómo poder luchar,
y cambiar el destino,
fatal, al que nos dirigen.
Al que nos dirigimos.
Cómo poder mirar,
fijamente, cara a cara,
a la verdad.
Todo es mentira.
Hasta el dinero es de plástico.
Un juguete diabólico y mortal.
Un juguete fatal.
Vivimos recluidos en un jardín de infancia,
donde la crueldad,
que suponemos erróneamente,
patrimonio de los niños,
es la norma, la regla.
Cómo poder dormir,
y dejarlos manejar a su antojo,
con su crueldad adulta,
nuestras vidas.
¿Qué pasará el día que despertemos?
¿Qué pasará el día en el qué caigamos en la cuenta,
qué ya no hay más juguetes, o qué los que hay,
no sirven ya para jugar?
Cómo poder creerles,
si ni siquiera son buenos fingiendo.
Quiero poder vivir,
mirando al mar.
y poder luchar,
y poder mirar cara a cara a la verdad.
Quiero poder dormir,
para así soñar,
y poder creer...
si es el mar quien ahoga y se lleva sus sueños,
es el mar el que pide sus huesos,
y su sangre,
y sus vidas.
¿O no es el mar?
¿O no es solamente el mar?
Cómo poder soñar,
sabiendo que hay niños,
que no han empezado a vivir,
cuando tienen que morirse,
axfixiados por la indiferencia,
la desvergüenza,
el desenfreno y la ignorancia,
de los que viven al otro lado de ese mar.
Cómo poder luchar.
Cómo poder luchar,
y cambiar el destino,
fatal, al que nos dirigen.
Al que nos dirigimos.
Cómo poder mirar,
fijamente, cara a cara,
a la verdad.
Todo es mentira.
Hasta el dinero es de plástico.
Un juguete diabólico y mortal.
Un juguete fatal.
Vivimos recluidos en un jardín de infancia,
donde la crueldad,
que suponemos erróneamente,
patrimonio de los niños,
es la norma, la regla.
Cómo poder dormir,
y dejarlos manejar a su antojo,
con su crueldad adulta,
nuestras vidas.
¿Qué pasará el día que despertemos?
¿Qué pasará el día en el qué caigamos en la cuenta,
qué ya no hay más juguetes, o qué los que hay,
no sirven ya para jugar?
Cómo poder creerles,
si ni siquiera son buenos fingiendo.
Quiero poder vivir,
mirando al mar.
y poder luchar,
y poder mirar cara a cara a la verdad.
Quiero poder dormir,
para así soñar,
y poder creer...
lunes, 6 de julio de 2015
Julio.
Agobio.
Calor.
El calor de mi tierra me persigue,
en este julio de 2015,
de Madrid,
de la ciudad.
La ciudad se empeña en seguir corriendo,
en contravenir a la época,
a Julio, con su calor asfixiante,
que nos dice: "Ni te muevas".
La ciudad, tan grande,
tan recoveca,
tan absurda,
se lleva mal con Julio.
No se quieren.
Se odian, se ignoran, viven de espaldas el uno
y la otra.
A la ciudad le gusta más la primavera.
A Julio le gusta más cualquier pueblo
del sur,
encalado y antiguo,
apacible y tranquilo,
para poder decir a sus gentes:
"ni te muevas"...
Calor.
El calor de mi tierra me persigue,
en este julio de 2015,
de Madrid,
de la ciudad.
La ciudad se empeña en seguir corriendo,
en contravenir a la época,
a Julio, con su calor asfixiante,
que nos dice: "Ni te muevas".
La ciudad, tan grande,
tan recoveca,
tan absurda,
se lleva mal con Julio.
No se quieren.
Se odian, se ignoran, viven de espaldas el uno
y la otra.
A la ciudad le gusta más la primavera.
A Julio le gusta más cualquier pueblo
del sur,
encalado y antiguo,
apacible y tranquilo,
para poder decir a sus gentes:
"ni te muevas"...
sábado, 20 de junio de 2015
Cómo éramos...
Qué jóvenes éramos entonces,
cuando andábamos titubeantes en el principio
del camino.
Qué audaces éramos entonces,
cuando todo el mar era sal,
todo el monte era orégano,
toda la vida era camino por andar,
toda la noche sueño,
toda la tarde siesta.
Qué bellos éramos entonces,
cuando la luz de la juventud
nos bañaba,
cuando libábamos polen en las más
tiernas flores,
cuando la fuerza y el espíritu eran amigos.
Qué listos éramos entonces,
cuando el mundo se nos antojaba trasnochado,
y aspirábamos a sobrepasar a los que nos antecedieron,
saltar muros, romper fronteras, cortar alambradas,
limar rejas.
Qué ingenuos.
Qué fugaz es la vida.
He andado medio camino, y ya estoy cansado.
No todo el monte es orégano,
ni todo el mar es sal,
ni toda la noche sueño,
ni toda la tarde siesta.
La juventud se ha apagado,
y las flores las liban otros.
Cada día que pasa, me noto más cansado,
para saltar muros, para romper fronteras,
para cortar alambradas y limar rejas.
Eso es lo que pasa cuando se desperdicia la vida:
que vienen los remordimientos;
me dicen mis propios pensamientos...
cuando andábamos titubeantes en el principio
del camino.
Qué audaces éramos entonces,
cuando todo el mar era sal,
todo el monte era orégano,
toda la vida era camino por andar,
toda la noche sueño,
toda la tarde siesta.
Qué bellos éramos entonces,
cuando la luz de la juventud
nos bañaba,
cuando libábamos polen en las más
tiernas flores,
cuando la fuerza y el espíritu eran amigos.
Qué listos éramos entonces,
cuando el mundo se nos antojaba trasnochado,
y aspirábamos a sobrepasar a los que nos antecedieron,
saltar muros, romper fronteras, cortar alambradas,
limar rejas.
Qué ingenuos.
Qué fugaz es la vida.
He andado medio camino, y ya estoy cansado.
No todo el monte es orégano,
ni todo el mar es sal,
ni toda la noche sueño,
ni toda la tarde siesta.
La juventud se ha apagado,
y las flores las liban otros.
Cada día que pasa, me noto más cansado,
para saltar muros, para romper fronteras,
para cortar alambradas y limar rejas.
Eso es lo que pasa cuando se desperdicia la vida:
que vienen los remordimientos;
me dicen mis propios pensamientos...
sábado, 6 de junio de 2015
Junio
Me gusta ver venir a Junio,
por los valles de la primavera,
montado en caballo blanco,
flameando su estandarte dorado,
como un jinete mítico.
Me gustan los días largos de Junio,
Y la muerte dulce de la Primavera.
¡Quien pudiera tener una muerte así!,
mirar con orgullo el paso de uno por la tierra,
sabiendo que sus obras, sus buenas obras,
son visibles y evidentes para todos.
Me gusta ir a mi tierra,
a mi vega, eterna y llana,
acompañando a Junio,
y comprobar el verdor de los maizales,
aún pequeños, persistentes y tenaces,
empujados por el agua de las acequias,
la sangre eterna del hermano Guadiana.
Me gusta oler el aire húmedo,
de mi vega, el perfume de la tierra,
fundida con el agua.
Me gusta, al calor de la tarde,
a la caída del sol,
caminando entre campos de tomates,
de frutales, de pimientos...de vida.
Definitivamente me gusta Junio,
a pesar de ser el rejón de muerte de la Primavera,
su estertor, su invierno, su vejez...
¿O es solamente su transformación?...
por los valles de la primavera,
montado en caballo blanco,
flameando su estandarte dorado,
como un jinete mítico.
Me gustan los días largos de Junio,
Y la muerte dulce de la Primavera.
¡Quien pudiera tener una muerte así!,
mirar con orgullo el paso de uno por la tierra,
sabiendo que sus obras, sus buenas obras,
son visibles y evidentes para todos.
Me gusta ir a mi tierra,
a mi vega, eterna y llana,
acompañando a Junio,
y comprobar el verdor de los maizales,
aún pequeños, persistentes y tenaces,
empujados por el agua de las acequias,
la sangre eterna del hermano Guadiana.
Me gusta oler el aire húmedo,
de mi vega, el perfume de la tierra,
fundida con el agua.
Me gusta, al calor de la tarde,
a la caída del sol,
caminando entre campos de tomates,
de frutales, de pimientos...de vida.
Definitivamente me gusta Junio,
a pesar de ser el rejón de muerte de la Primavera,
su estertor, su invierno, su vejez...
¿O es solamente su transformación?...
domingo, 17 de mayo de 2015
Mayo
Es en mayo,
cuando las flores se muestran,
y destapan su hermosura,
y desprenden ese olor maravilloso,
que solo se da en mayo,
en primavera,
una vez al año.
Es en mayo,
cuando las piedras de las plazas de la ciudad,
se revelan contra los que las pisotean,
y cantan, y bailan, y gimen de dolor,
y sueñan con un mayo que estuviera aquí para siempre,
con un eterno mayo.
Es en mayo,
cuando la primavera se hace mayor.
Pronto se transformara en verano,
nos dirá adiós,
otra vez, hasta el siguiente año.
Es mayo.
Yo aquí, sentado,
mirando la tarde, pensando...
¡Qué pena me dará cuando se muera mayo!
cuando las flores se muestran,
y destapan su hermosura,
y desprenden ese olor maravilloso,
que solo se da en mayo,
en primavera,
una vez al año.
Es en mayo,
cuando las piedras de las plazas de la ciudad,
se revelan contra los que las pisotean,
y cantan, y bailan, y gimen de dolor,
y sueñan con un mayo que estuviera aquí para siempre,
con un eterno mayo.
Es en mayo,
cuando la primavera se hace mayor.
Pronto se transformara en verano,
nos dirá adiós,
otra vez, hasta el siguiente año.
Es mayo.
Yo aquí, sentado,
mirando la tarde, pensando...
¡Qué pena me dará cuando se muera mayo!
martes, 21 de abril de 2015
Vergüenza y mar.
El mar,
tan azul, tan profundo, tan inmenso.
El mar.
¿En qué han convertido el mar?
En sepultura de desheredados.
En tumba abierta.
En barrera.
En vergüenza.
El mar. Nuestro mar,
teñido de rojo,
de negro,
de rabia,
de impunidad,
y claro está;
de vergüenza.
La noche muere.
Nace el alba.
Los hombres de la mar salen,
en sus barcos,
pequeños unos, otros grandes.
Esperan encontrar un mar azul,
esperan pescar en él,
como hombres,
que necesitan comer,
que tratan al mar,
de tú a tú, cada día.
Pero ya no hay peces en el mar,
solo hay sangre,
solo hay dolor,
solo hay marea negra,
y lo que es peor:
vergüenza.
Los hombres del mar se preguntan:
¿Y quién puso ahí la vergüenza?...
(A los náufragos que estos días mueren en el Mediterráneo, sin que se le caiga la cara de VERGÜENZA, y el alma a los pies a los responsables).
tan azul, tan profundo, tan inmenso.
El mar.
¿En qué han convertido el mar?
En sepultura de desheredados.
En tumba abierta.
En barrera.
En vergüenza.
El mar. Nuestro mar,
teñido de rojo,
de negro,
de rabia,
de impunidad,
y claro está;
de vergüenza.
La noche muere.
Nace el alba.
Los hombres de la mar salen,
en sus barcos,
pequeños unos, otros grandes.
Esperan encontrar un mar azul,
esperan pescar en él,
como hombres,
que necesitan comer,
que tratan al mar,
de tú a tú, cada día.
Pero ya no hay peces en el mar,
solo hay sangre,
solo hay dolor,
solo hay marea negra,
y lo que es peor:
vergüenza.
Los hombres del mar se preguntan:
¿Y quién puso ahí la vergüenza?...
(A los náufragos que estos días mueren en el Mediterráneo, sin que se le caiga la cara de VERGÜENZA, y el alma a los pies a los responsables).
sábado, 11 de abril de 2015
Las mesas de Juan Español.
Las mesas de Juan Español
están llenas de cocidos,
de suntuosos embutidos
y guisos de grasa y col.
Están vacías de quejas,
de crítica inteligente,
de cumplido diligente,
de la ley y sus madejas.
Están surtidas de pinchos,
de suntuosos Riojas,
de quesos tiernos, milhojas
y quesos viejos de cinchos.
Vacías de crítica están,
de palabra inteligente,
sobre futuro y presente,
sobre la vida y el pan.
El lúpulo cervecero
atonta, alela, idiotiza,
convierte al cerebro en tiza
y a su dueño en vil cordero
que sigue al rebaño entero,
mientras su boca agiliza,
un trozo de longaniza
y un suntuoso ajoarriero.
Juan, sentado a la mesa,
quiere antes mil perdices
que ocuparse del futuro
"¡Qué lo hagan otros!", piensa.
Un guiso de codornices,
antes que el mañana oscuro.
¡Qué rico que está el gazpacho!
Su sabor llama al empacho,
al igual que el salmorejo.
¿Y una olla de conejo?.
Mientras tú mueves el diente,
el legislador si piensa,
y vacía diligente
tu bien surtida despensa.
Juan Español, zampabollos,
despierta, qué estás dormido.
Te están robando los pollos,
esos que aún no has comido.
están llenas de cocidos,
de suntuosos embutidos
y guisos de grasa y col.
Están vacías de quejas,
de crítica inteligente,
de cumplido diligente,
de la ley y sus madejas.
Están surtidas de pinchos,
de suntuosos Riojas,
de quesos tiernos, milhojas
y quesos viejos de cinchos.
Vacías de crítica están,
de palabra inteligente,
sobre futuro y presente,
sobre la vida y el pan.
El lúpulo cervecero
atonta, alela, idiotiza,
convierte al cerebro en tiza
y a su dueño en vil cordero
que sigue al rebaño entero,
mientras su boca agiliza,
un trozo de longaniza
y un suntuoso ajoarriero.
Juan, sentado a la mesa,
quiere antes mil perdices
que ocuparse del futuro
"¡Qué lo hagan otros!", piensa.
Un guiso de codornices,
antes que el mañana oscuro.
¡Qué rico que está el gazpacho!
Su sabor llama al empacho,
al igual que el salmorejo.
¿Y una olla de conejo?.
Mientras tú mueves el diente,
el legislador si piensa,
y vacía diligente
tu bien surtida despensa.
Juan Español, zampabollos,
despierta, qué estás dormido.
Te están robando los pollos,
esos que aún no has comido.
sábado, 4 de abril de 2015
Abril
La primavera es constatable.
La claridad se va ensanchando.
Un cielo más azul y ameno.
Yo camino.
Vida hermosa y apacible,
vista desde la primavera,
esta que Abril nos regala.
Yo suspiro.
Pasión, palmas, ramas de olivo,
incienso, cera derretida,
Cristos, Soledades, saetas.
Yo recuerdo.
La flor de Abril, segura y firme,
suple a la valiente, de Marzo,
aquella pequeña y temprana.
Yo sollozo.
Y si lloviera, inclusive;
la lluvia sería ese regalo
oloroso y húmedo de Abril.
Yo me mojo.
¡Qué me gustaría un abril
que durara todo el año!
¡Qué toda la vida durara!
Yo soñando.
La claridad se va ensanchando.
Un cielo más azul y ameno.
Yo camino.
Vida hermosa y apacible,
vista desde la primavera,
esta que Abril nos regala.
Yo suspiro.
Pasión, palmas, ramas de olivo,
incienso, cera derretida,
Cristos, Soledades, saetas.
Yo recuerdo.
La flor de Abril, segura y firme,
suple a la valiente, de Marzo,
aquella pequeña y temprana.
Yo sollozo.
Y si lloviera, inclusive;
la lluvia sería ese regalo
oloroso y húmedo de Abril.
Yo me mojo.
¡Qué me gustaría un abril
que durara todo el año!
¡Qué toda la vida durara!
Yo soñando.
sábado, 28 de marzo de 2015
La inspiración.
Pozo de agotadas aguas,
hondo, en mi pena,
hondo, en mi alma.
Invisible a veces,
cómo un fantasma.
Sorprendente,
cómo el Guadiana,
que se esconde,
aparece, descansa,
se desborda,
se derrama,
y muere navegable y lejano
en la mar salada.
Cómo una novia,
que en una misma semana,
me deja y me desdeja,
me ama y me desama.
Cómo las espumosas olas
de la mar brava,
que golpean, se retraen,
y golpean en la roca cortada,
por el tiempo y por la mar,
que impenitentemente brama,
contra los cantiles
y las arenosas playas.
Cómo el sol en invierno.
Cómo la niebla tras el alba.
Cómo la bondad en la Tierra.
Cómo los rescolodos y las brasas...
hondo, en mi pena,
hondo, en mi alma.
Invisible a veces,
cómo un fantasma.
Sorprendente,
cómo el Guadiana,
que se esconde,
aparece, descansa,
se desborda,
se derrama,
y muere navegable y lejano
en la mar salada.
Cómo una novia,
que en una misma semana,
me deja y me desdeja,
me ama y me desama.
Cómo las espumosas olas
de la mar brava,
que golpean, se retraen,
y golpean en la roca cortada,
por el tiempo y por la mar,
que impenitentemente brama,
contra los cantiles
y las arenosas playas.
Cómo el sol en invierno.
Cómo la niebla tras el alba.
Cómo la bondad en la Tierra.
Cómo los rescolodos y las brasas...
sábado, 21 de marzo de 2015
La pequeña flor de marzo.
La pequeña flor de marzo,
asomó la primera
sus pétalos tempranos,
al rigor y al capricho
del clima castellano,
sol, cielo azul,
horizontes planos.
Sol, frío relente,
viento norte y nevado.
La pequeña flor de marzo,
decidió morir joven,
dejando como legado
un bonito cadáver,
un tallo delicado,
hermosos pétalos blancos,
que deslumbraban los días
en que el invierno fue manso,
y el viento del sur reinaba
invadiendo los páramos,
y anunciaba buenas nuevas
de calores tempranos.
La pequeña flor de marzo,
murió de noche,
cuando el invierno mostraba sus últimos trazos.
Murió feliz,
bella, con su delicado tallo.
Bella;
con sus pétalos blancos,
viviendo su primavera
por adelantado.
asomó la primera
sus pétalos tempranos,
al rigor y al capricho
del clima castellano,
sol, cielo azul,
horizontes planos.
Sol, frío relente,
viento norte y nevado.
La pequeña flor de marzo,
decidió morir joven,
dejando como legado
un bonito cadáver,
un tallo delicado,
hermosos pétalos blancos,
que deslumbraban los días
en que el invierno fue manso,
y el viento del sur reinaba
invadiendo los páramos,
y anunciaba buenas nuevas
de calores tempranos.
La pequeña flor de marzo,
murió de noche,
cuando el invierno mostraba sus últimos trazos.
Murió feliz,
bella, con su delicado tallo.
Bella;
con sus pétalos blancos,
viviendo su primavera
por adelantado.
sábado, 14 de marzo de 2015
Marzo
De almendro en flor perfumado,
el invierno fenece a plazos,
brisa suave, paseo bajo los castaños.
Mi mente, tozuda, me fuerza a volver sobre mis pasos,
volver la vista atrás, hacia mi pueblo blanco,
mi cielo azul, mi infancia, mi pozo, mi patio,
mi árbol.
Brisa, cantar de los chopos, palmas de los álamos,
verdor del trigo en los sembrados.
Melancolía en los idus, amor calmado.
Alba fresca, calor suave y plácido.
Manto verde en los campos,
la primavera sale de su capazo.
Marzo; el primer mes bello del año...
el invierno fenece a plazos,
brisa suave, paseo bajo los castaños.
Mi mente, tozuda, me fuerza a volver sobre mis pasos,
volver la vista atrás, hacia mi pueblo blanco,
mi cielo azul, mi infancia, mi pozo, mi patio,
mi árbol.
Brisa, cantar de los chopos, palmas de los álamos,
verdor del trigo en los sembrados.
Melancolía en los idus, amor calmado.
Alba fresca, calor suave y plácido.
Manto verde en los campos,
la primavera sale de su capazo.
Marzo; el primer mes bello del año...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)