Por la ciudad camina,
bajo las estrellas,
buscando cobijo
por las callejas,
aspirando el frío
de la noche negra,
recordándose de niño,
en su aldea,
caliente en su hogar,
a la vera,
de padres y hermanos,
en torno a una mesa,
a una conversación,
a una cena.
Si. El mendigo fue niño,
y allá en su aldea,
tuvo padre y madre,
y fue a la escuela,
y durmió bajo un techo,
y, si miró las estrellas,
fue en veranos tórridos
de duermevela,
cuando San Lorenzo
sus lágrimas despliega.
¿Viriato?..., puede que te conozca; no como caudillo luso, ni mucho menos, en lo que a tiempo se refiere, pero quizás no estés muy distante de aquellas tierras. Me han llamado la atención tus trabajos que voy leyendo con atención y detenimiento, me gustan tus relatos, de poesía entiendo poco así que poco puedo opinar; me agrada tu estilo por detallista y descriptivo, facilita situarse con comodidad, así me gustaría escribir, pero hago lo que puedo, no sé hacerlo mejor, utilizo mi propia escuela, y ésta es muy limitada...
ResponderEliminarSaludos Viriata, hasta otra...
Gracias, estoy seguro que lo haces muy bien. Mi caso es el mismo, totalmente autodidacta y por mera afición, escribo un poco para mi, y al ser esto un blog, un poco para que el que quiera, lo lea. Saludos.
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