sábado, 12 de enero de 2013

Silencio.

Compañero de tarde y ventana,
que me susurra versos al oído,
y me transporta a tiempos en que he sido,
para entender lo que seré mañana.

Con tu quietud apagas la desgana,
que en el atardecer bello y florido,
deja mi mente, para el colorido
paisaje, que en mi alma se desgrana.

¡Qué nadie ose tu armadura romper!
¡Qué hasta mi tierra añorada y lejana
me acompañes en el atardecer!

¡Qué al sosegado y tranquilo Guadiana
conduzcas a mi melancólico ser,
en las tardes de siesta y persiana!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario