Agobio.
Calor.
El calor de mi tierra me persigue,
en este julio de 2015,
de Madrid,
de la ciudad.
La ciudad se empeña en seguir corriendo,
en contravenir a la época,
a Julio, con su calor asfixiante,
que nos dice: "Ni te muevas".
La ciudad, tan grande,
tan recoveca,
tan absurda,
se lleva mal con Julio.
No se quieren.
Se odian, se ignoran, viven de espaldas el uno
y la otra.
A la ciudad le gusta más la primavera.
A Julio le gusta más cualquier pueblo
del sur,
encalado y antiguo,
apacible y tranquilo,
para poder decir a sus gentes:
"ni te muevas"...
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