jueves, 6 de enero de 2011

A mis luceros verdes.

Luceros verdes de mirar tierno.
Cara de niña buena, mala a veces,
blanca tez nevada de invierno,
ternura inquieta que en mis brazos meces.

Voluntad débil hoy, quizás mañana
resolución firme y decidida.
El amor de una madre cercana,
separación de una madre sufrida.

Por la intranquilidad, fe quebrantada.
A la guía divina te resistes.
a veces algo más que amedrentada,
por la senda equivocada insistes.

Aún así, en imprescindible, vital
para mi existencia te has convertido
Amarte, quererte para mi es normal,
no hacerlo para mi es prohibido.

(A mi Inés)

No hay comentarios:

Publicar un comentario