lunes, 3 de enero de 2011

Sinfonía.

Gracioso, vivaz agudo, envolvente.
El violín destaca, el baile inicia,
se eleva con singular pericia,
para irse apagando mansamente.

Le contesta el oboe diligente,
que con su sereno tono propicia,
un ritmo suave, que acaricia,
su grave tonalidad dulcemente.

Este canto, despierta al contrabajo,
y a su voz ronca y grave que hace sonar,
durante largo tiempo a destajo,

hasta con la voz del arpa conectar,
para en un dueto imposible,
la hermosa sinfonía acabar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario