sábado, 21 de marzo de 2015

La pequeña flor de marzo.

La pequeña flor de marzo,
asomó la primera
sus pétalos tempranos,
al rigor y al capricho
del clima castellano,
sol, cielo azul,
horizontes planos.
Sol, frío relente,
viento norte y nevado.

La pequeña flor de marzo,
decidió morir joven,
dejando como legado
un bonito cadáver,
un tallo delicado,
hermosos pétalos blancos,
que deslumbraban los días
en que el invierno fue manso,
y el viento del sur reinaba
invadiendo los páramos,
y anunciaba buenas nuevas
de calores tempranos.

La pequeña flor de marzo,
murió de noche,
cuando el invierno mostraba sus últimos trazos.
Murió feliz,
bella, con su delicado tallo.
Bella;
con sus pétalos blancos,
viviendo su primavera
por adelantado.

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