domingo, 10 de abril de 2011

Confieso que he errado.

He errado; lo confieso.
Me he decepcionado a mi mismo.
A mis familiares, no; ellos no tenían puesta ninguna esperanza en mi persona. Con antelación sabían que yo erraría un día u otro.
He escrito algunos versos; pocos. Casi nadie los lee. Algunas pequeñas historias han salido de mi cerebro de fracasado. Pero no soy un triunfador. No tengo casa propia, coche, perro, créditos por pagar...
Todo lo veo oscuro, no veo luz en el horizonte. A la larga todos estamos condenados al fracaso, lo que pasa es que yo me he adelantado. Ventajas de ser un fracasado de nacimiento. Ventajas de ser sincero con uno mismo.
Con mis familiares no soy sincero. Ellos ya sabían que yo me adelantaría a mi propio fracaso, al suyo, al de todos. Ellos no tenían puesta ninguna esperanza en mi persona. En la de ellos si.
Únicamente me enorgullezco de contarlo.
Soy un fracasado sincero.
¿Puede todo el mundo decir lo mismo?
Confieso que he errado...

4 comentarios:

  1. Uno yerra cuando no consigue su fin. Y siempre es demasiadao temprano para el fin.

    El fracaso es un impostor, anunciado en la caja tonta, vendido en salas de espera de un hospital.

    No puedes dejar plantado a alguien que no te espera, no puedes fracasar si no te has fijado un objetivo propio, que no ajeno, y ves tu cuerpo postrado desde la distancia.

    Mientras haya energía, mientras quede aire que respirar... el fracaso no existirá.

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  2. Si pero, ¿qué fin?. That´s the question. He conocido a gente que no tenían donde caerse muertos y sin embargo no se sentían fracasados. He conocido a gente que ganaron toda la tierra del mundo para poder caerse muertos en ella, ellos y dos o tres generaciones más de su familia, y sin embargo, se sentían fracasados.
    El estilo de vida, absurdo y estúpido de la globalización, estipula claramente los cánones para sentirte un fracasado, o no.
    La espiritualidad ha muerto. Viva el mercado. Muera el ser humano. Arriba la estupidez.
    Saludos.

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  3. Lo que estipulen los canones de la globalización o del movimiento de la garrapata coja es indiferente... Sí, es inevitable sentir hasta rabia cuando todo el mundo se adscribe a un grupo, aunque pretendan no ser "los que son más listos y no se dejan arrastrar por x". Y sí, hay tanto de eso... te van dando tantas clases magistrales por la vida... y si les llevas la contraria o simplemente les preguntas sus razones, te tachan de asertiva/o y huyen de ti.

    Pero ese objetivo, esa verdad, ese equilibrio está dentro de nosotros. ¿Qué te hace sentir bien, sin amargar a los demás? ¿Con qué te ilusionas? ¿Qué te produce satisfacción?

    Somos seres individuales, el mismo zapato no le sienta bien a todo el mundo. Aunque necesitamos de los demás, aunque formamos parte de una sociedad, aunque otros dependan de nosotros -económica o afectivamente-, aunque nos sea preciso ser amados y aceptados... seguimos siendo independientes, teniendo capacidad de pensar, de distinguir, de crear y también de destruir.

    Nadie debería lamentar tener opinión propia, sueños distintos, ilusiones por las que luchar... sean éstas cuales sean.

    Dale una patada a este mundo de adoctrinados sin voluntad propia!

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  4. Somos seres individuales, si. Pero no estamos diseñados para serlo. Estamos diseñados para actuar en grupo, en comunidad, en tribu. Quizá ahí radique el fallo, la madre del cordero, la cuestión sobre la que se sustenta todo este mundo de mentera, de falsos triunfadores y falsos fracasados, de pensamiento único, totalmente bipolar. Este mundo del soy y sombra, del conmigo y contra mi, del blanco y el negro, sin matiz ninguno. Quizá ahí radique todo. El hombre es un animal gregario, de tribu, de grupo. Quizá en la conbinación ser individual-ser social, se fundamente todo. Quizá esa sea la pieza que falta en la evolución humana, para ser seres perfectos. Quizá nunca alcancemos esa pieza y no merezcamos ser perfectos. Quizá...

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