domingo, 14 de agosto de 2011

Vuelve Boabdil a Granada.



Se volvieron a engranar,
los granos de la granada,
secó sus lágrimas Boabdil,
según volvía a la Alhambra.
Pendones de media luna,
henchidos entre las campas,
verdes como los cipreses,
rojos de sangre humana,
amarillos de vergüenza,
grises de nube y borrasca.

¡Es el rey Boabdil que vuelve!;
dicen voces acalladas,
que claman en los desiertos,
silenciadas en las plazas,
hundidas en negros pozos
de silenciosa mordaza.

¡El rey Boabdil ya regresa!;
cantan voces cortesanas,
tan dañinas con su tierra,
tan amables con la extraña.
Vuelve Boabdil a su trono,
en el alminar ya cantan,
muecines de voz en trueno
que al postramiento ya llaman.
Voces que ya están fundiendo
el bronce de las campanas,
las voces que como suyas,
estas tierras ya reclaman.

El cielo ya está llorando;
ya nieva en Sierra Nevada,
¡Vayan postrándose, gentes!,
¡Boabdil reinará mañana!.

2 comentarios:

  1. Qué bonito poema!
    Me gusta como transmites la magia de la gente de Granada en tus palabras, que aclaman al nuevo rey :)
    Un beso!

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  2. Hay quien aclama a, ese nuevo Boabdil, y hay quien no. Todos ellos están reflejados. Y las probables consecuencia, también.
    Saludos.
    (Viriato)

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