
Y miro a la mar serena,
miro a su horizonte azul,
la miro,
como acaricia la tierra;
y miro a las gaviotas,
como en torno mía vuelan,
extendiendo sus alas,
como graciosamente,
planean;
y me siento pequeño
ante tanta grandeza,
como un grano de trigo
al que en el silo almacenan;
como en la noche oscura
la luz de la linterna;
y me siento pequeño,
como las cosas pequeñas,
viendo la inmensidad
de la mar serena.
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