Sólo,
con las nubes que caminan hacia levante,
en la tarde serena.
Sólo,
con el trino de los pájaros,
juguetones, traviesos, fugaces.
Sólo,
con el sol templado,
a veces cálido.
Sólo,
con el rumor de los trigales,
mecidos por la suave brisa
de la primavera.
Sólo,
con el rugido de las olas del mar,
obstinadas y bravas en sus acometidas
contra las rocas.
¿Y dices que estás sólo?
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