viernes, 4 de septiembre de 2009

A mi abuelo.

El abuelo se marchó en
una noche de verano.
Me lo dijeron los chopos,
lo cantaron los pájaros.

El campo vistió de luto,
de luto vistió ese año,
cuando el calor de mi tierra,
acompañaba mi llanto.

"Yo quiero con el marcharme".
Decía desconsolado.
"No puedes con el marcharte".
Me decían entre abrazos.

Ya no me podrá tallar,
una billarda de un palo.
Ya no le acompañaré,
en esas tardes de mayo.

No saldremos jamás juntos,
a escuchar del río el canto;
ni en las tardes calurosas,
palpar el trigo dorado.

Emprendió viaje el abuelo,
¿Cuanto tiempo ha pasado?
Parece cosa de sueños,
el que se haya marchado.

Cuando quiero hablar con el,
espero a que venga mayo,
y oigo su voz en los chopos,
en el río, en los campos.

Siento su cara en el cielo,
y en el viento oigo sus pasos.
Y siento que el me acompaña,
en este camino amargo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario